BUSCADOR DE ARTÍCULOS
 
ENTRADAS MÁS RECIENTES
Suscripción
Si deseas recibir lo que voy comentando, solo escribe tu email y lo recibirás de inmediato.
Autorizo a --JUAN ANTONIO MOTA NAVARRO-- a incluirme en una base de datos automatizada para ofrecerme posteriormente los contenidos relacionados con los solicitados.
He leído las condiciones de uso y/o aviso legal
y la política de protección de datos

EL APAGÓN QUE PUEDES APAGAR

#actualidad

11/11/2021
 
Apagón o no, lo que parece evidente es que existen dos corrientes muy definidas:
los precursores del miedo, los que intentan desestabilizar el escaso equilibrio que mantenemos, ahora que todo parecía arrancar no sin precauciones y con un cierto tono pesimista u optimista según se mire.
Y, por otro lado, a los que creen a pies juntillas que el mundo es una debacle, que igual que el Covid nos encerró en casa durante meses, ahora comeremos latas de sardinas y nos bañaremos, el que tenga, con el agua del pozo. Algunos ni siquiera vaciaran el agua de sus piscinas para echarla al váter de nuestros excrementos.

Y así andamos con la incertidumbre siempre precisa de un futuro que cada día nos parece más distópico. Reservar un viaje, por ejemplo, al Reino Unido, proyectar tu vida dos segundos más allá de este instante parece estar condenado al arbitraje de no se sabe bien qué mano. O, al menos, eso nos intentan hacer creer.

No desearía hacer una lectura conspiranoica del gran apagón aunque los austríacos tengan una dudosa infalibilidad en sus oráculos (Covid-19 anda por allá desatado). Todo lo contrario, soy de los que intentan apuntalar sus ideas con argumentos.

Sin embargo, esto cada vez resulta más complicado. Entre extremos anda la guerra de guerrillas, los enfrentamientos, medios de izquierda y de derecha se reparten share en las televisiones y las redes son un hervidero de las corrientes mencionadas, aunque esto también dependa de tus fans, seguidores y los algoritmos que declinan las balanzas de tus intereses.

En fin, un mundo donde quizás sea más fácil encontrar una aguja en un pajar que una noticia objetiva, sin mácula.

La desinformación o la falta de información veraz, concluyente genera siempre un estadio de incomprensión pero también de miedo, de apatía, en algunos casos de rebeldía frente a lo establecido pero, por lo general, es como si te apostaras como un centinela en tu garita a ver quien suelta el primer cañonazo.

El poder sabe muy bien cómo eludir lo relevante con cortinas de humo, cómo aparentar sin ser visto, cómo encajar cada golpe como si el ring no tuviera un conteo del tiempo.

Ellos saben qué medidas tienen que tomar, con independencia del signo, para dirigir sus naves hacia sus territorios. Todo lo demás forma parte de un decorado al que se alumbra o deslumbra según sea la fuerza del viento o cómo la marejada influye en las futuras urnas.

Todos tendremos nuestras opiniones pero me inclino a pensar que existe un claro adoctrinamiento a extinguir el pensamiento, la relevancia del ser sobre lo superfluo y que a golpe de fakes, mentiras, infundios y sin apenas razonamiento crítico se nos tambalea el pulso y el apetito por vivir. (No en vano, las Humanidades están siendo calumniadas en los programas de estudio y se editan miles de libros destinados al entretenimiento, a la vendetta del clásico como si la Historia no formara parte de nuestro engranaje vital y quisiéramos inventar un nuevo mundo sin memoria, borrando lo imborrable, tachando cuanto menos los hechos o sacando versiones inauditas de la realidad).

No es tarea fácil, pero debemos salir de nuestras zonas de confort, de nuestros espejismos para estar más cerca de la realidad y no vivir una mentira con luces de artificio y cisnes de plástico. Pero esa realidad no puede ser única e indivisible. Es una realidad que debe ser compartida por todos y posiblemente tengamos que desligarnos de esa parte de nuestro equipaje que pesa y que no contribuye a casi nada.

La lectura de los agradecidos sobre los desagradecidos, la observancia del buen hacer sobre el egoísmo, la partitura de la razón sobre el irracionalismo, la tempestad del amor sobre las fisuras del rencor y el odio, la conciencia del querer sobre el poder y la acción como estímulo.

No hay tiempo que perder. Los cementerios están llenos de intenciones.

Luego no podrás quejarte de que viviste una vida falsa y que tus hijos estén aborregados, conducidos por ese apagón de las conciencias, por un mundo mezquino que sólo les procurará infelicidad. Nada nuevo y mucho menos clásico.

COMENTARIOS DE LOS LECTORES
¿ALGÚN COMENTARIO SOBRE EL ARTÍCULO?
Nombre:
Email:
Comentario:
 
 
Autorizo a --JUAN ANTONIO MOTA NAVARRO-- a incluirme en una base de datos automatizada para ofrecerme posteriormente los contenidos relacionados con los solicitados.
 
 
 
 
 
Conforme al RGPD 2016/679 y normativa española concordante, le informamos que --JUAN ANTONIO MOTA NAVARRO-- trata los datos que nos facilita con el fin de enviarle respuesta a la información solicitada.

Los datos proporcionados se añadirán a un fichero automatizado y se conservarán mientras se mantenga la relación online o durante los años necesarios para cumplir con las obligaciones legales.

Los datos no se cederán a terceros salvo en los casos en que exista una obligación legal.

Usted tiene derecho a obtener confirmación sobre si estamos tratando sus datos personales. Por tanto, tiene derecho a acceder a sus datos personales, rectificar los datos inexactos o solicitar su supresión cuando los datos ya no sean necesarios. En todo caso, usted tiene el derecho igualmente a presentar una reclamación ante la Agencia de Protección de Datos.
 
 
NAUTALIS RESOURCES NAUTALIS RESOURCES NAUTALIS RESOURCES NAUTALIS RESOURCES NAUTALIS RESOURCES
en
Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del usuario y los servicios ofrecidos. Al continuar con la navegación consideramos que acepta su uso detallado en el Aviso Legal y en la Política de Protección de datos.
Entendido